
Hoy quisiera rendirle un homenaje a un icono de nuestra época, el Tupperware. Esa cajita de plástico que nos salva diariamente de la desnutrición.
El Tupperware está establecido en todos los estratos de la sociedad: el estudiante que está fuera de casa, el que come en el trabajo, el que tiene resaca y escarbando en el congelador aparece ese caldito de pollo en el fondo que es mano de santo.
Por supuesto el Tupperware tiene dos poderosos aliados: El congelador y el Microondas. Aunque recientemente se ha añadido un nuevo secuaz, la thermomix.
¿Quien no se ha comido unas croquetas después de sacarlas del congelador y freírlas?
¿No saben a gloria albóndigas caseras con su salsita aunque sepas que se cocinaron hace una semana?
Ese es el secreto del Tupperware, es como una pequeña capsula del tiempo donde los sabores y olores se quedan almacenados para una posterior ingesta.
Larga vida al Tupperware.
1 comentario:
No sería nada sin ellos
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