Te ves inmenso en una situación de la que ni siquiera eres consciente de tú estado. Las cosas van pasando sin que te creas que tienes la capacidad de cambiarlo. Solo te dejas llevar por la corriente y aceptas día tras día cantidad de hechos que ocurren en tú vida, solo te lamentas y bajas la mirada.
No te imaginas la cantidad de rumbos a donde puedes llevar tú barco, solo eres capaz de mirar el timón y quedarte paralizado cuando piensas en las otras corrientes que serias capaz de navegar. Así vas dejando pasar las horas, días, años sin que creas que se puede cambiar nada.
Pero no todo está perdido, si Poseidón te tiene en estima puede darte una oportunidad cuando menos te lo esperes. Hay que tener agallas (que no todo el mundo las tiene), mirar al cielo, saber cuando el viento está rolando, colocarte tu gorra de capitán y empezar a virar.
Descubres que se abre ante ti una cantidad de oportunidades que siempre han estado allí pero no has tenido la iniciativa de intentar navegar por ninguna de ellas. Pero nunca es tarde y el resultado…está por descubrir.
Por cierto ¿Alguien tiene una gorra que prestarme?
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